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¿Tienes una relación tóxica? Aprende a diferenciarlas y salir de ellas

  • Foto del escritor: Lara
    Lara
  • 2 dic 2020
  • 3 Min. de lectura

Muy a menudo nos encontramos inmersos en lo que se conocen como relaciones tóxicas. Esto puede pasar en cualquier tipo de relación tanto personal como laboral, pero quizás es más asiduo o “peligroso”, en relaciones amorosas.


Ello nos puede repercutir profundamente en nuestra autoestima y confianza tanto en otras relaciones como en el trabajo e incluso en tener energía para disfrutar de la vida o hacer cosas nuevas. Al fin y al cabo, si te hacen sentir que nunca eres lo suficientemente bueno, te lo acabas por creer, y esto genera muchas secuelas en la persona, que tan solo el tiempo y mucho trabajo interior podrán curar.


Y entonces, ¿qué sería tener una relación sana? Implicaría muchas cosas, pero entre ellas, ser un equipo. Una pareja es un compañero de vida, y una vez pasada la fase de enamoramiento inicial en la que entre otras cosas lo más “fundamental” es el sexo o lo bien que te lo pasas con esa persona, te das cuenta de que es mucho más.

Y como en todo equipo, uno velará por el otro y por el bienestar tanto individual como en conjunto.

¿Cuál es su base? Respeto y amor. Si es así, tienes medio camino hecho, y es que sin esto nunca valorarás realmente al otro por todo lo que es y lo que hace.


Para lo que lo veamos más claro e aquí unos ejemplo entre relación sana y tóxica:

Relación "Sana" VS Relación "Tóxica"


Y cómo podemos salir de este tipo de relaciones que incluso se repiten una y otra vez como un patrón? Primero de todo es darte cuenta de que tienes un problema, y el problema no es el otro, eres TÚ.


Eres tú quien establece los límites con otros sobre lo que estos pueden o no pueden hacer contigo. Por eso mismo eres tú quien tiene el poder de cambiarlo y una vez has tomado consciencia de esto, todo se vuelve más claro.


Bajo mi experiencia, y no quiere decir que sea ninguna verdad absoluta, lo más que te puedo recomendar es que TE QUIERAS. Sí, tan simple de decir pero tan difícil de poner en práctica.

El amor propio es de lo más fundamental que puedes hacer en tu desarrollo personal, pues establece firmemente la base de lo que tú eres y quieres, con respecto a tí y de cara al resto del mundo. Si me quiero y me respeto, me valoro. Y entonces si soy consciente de mi valor, también soy consciente de que me merezco lo mejor y por supuesto de que merezco el mismo o más amor de otros que el que me doy a mí.


Pueden haber muchos motivos que originaron este patrón de relaciones tóxicas y depende de muchísimas variables por lo que no hay una receta mágica. Pero lo que puedes hacer también, una vez que ya eres consciente, es por ejemplo ir a terapia. Ir a terapia no está mal, al contrario, todos deberíamos, porque todos y cada uno de nosotros tiene una mochila cargada de equipaje que tratar, y al contrario de lo que se pensaba antes, no hay que estar loco o al borde para decirte a ello.

Elige la terapia que más se ajuste a tí o incluso ve probando diferentes enfoques hasta que des con la manera y la persona adecuada para ello. No hay una verdad universal, tan solo la experiencia de cada uno, así que tú eliges.

Lo que sí puedo afirmar es que ayuda y mucho, ya que por mucho que creamos que lo sabemos todo, en muchas ocasiones nos falta otro punto de vista, el cual también contemple los propios fallos de uno que tanto nos cuesta admitir a veces.


Te mereces una relación sana y feliz contigo y con otros. Cuando hay amor y respeto, hay equilibrio, y una relación así es de verdad un maravilloso paseo por las nubes. Una vez sales de esa toxicidad te das cuenta que todo es mucho más sencillo.


Espero haberte aportado un rayito de luz.

Cualquier duda o consulta aquí estaré,


Always Love

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